Sin dudas esta etapa fue muy dura, no solo porque fueron 20k y las dos primeras etapas eran más cortas, sino porque había muchísimas cuestas. Pero el sol que nos acompañó desde la salida, hizo que nuestros ánimos estuvieran intactos.

La etapa es cuesta arriba desde su inicio hasta la mitad aproximadamente. Por tierra y asfalto. Entre bosques y pueblos. Pero cambia tanto que se hace amena.

Algo lindo también es que el Mar por primera vez lo tienes a la vista y en un momento podrías incluso meterte (no en invierno).

Ojo! Como todo lo que sube baja, no solo hay cuestas empinadas sino también bajadas muy pronunciadas.

Dato importante: la etapa es de 20km pero al llegar a un puente medieval llamado Sampaio (en el km 10) será el último lugar para comer algo antes de llegar a Pontevedra. Al pasar el puente, de mano derecha, verás el bar.

A pesar de lo dura, nosotros y los chicos la disfrutamos muchísimo. Y Pontevedra es tan linda que valió la pena cada esfuerzo.

Es muy linda tanto de día como de noche…