Unas semanas atrás, recibí un correo de la gente de Airbnb donde me brindaban un descuento para probar una de sus experiencias.  En diciembre del 2017 Airbnb lanzó sus Experiencias en la ciudad de Buenos Aires. Esta nueva opción permite acceder a diferentes actividades impulsadas por anfitriones locales que ayudan a los viajeros a vivir como locales y experimentar cosas completamente nuevas.

Experiencias AIRBNB en Buenos Aires

Las Experiencias en Buenos Aires son una alternativa para disfrutar de unas “vacaciones” sin moverse de la ciudad. Por ejemplo, podes hacer, un tour por las librerías escondidas y descubrir los tesoros literarios que allí se ocultan, aprender todos los secretos del café a través del conocimiento de baristas expertos o incluso jugar un clásico partido de fútbol 5 de la mano de un anfitrión local, entre otras.

Las opciones son muchas y acá menciono solo algunas:

Nuestra elección

Con mi esposa tratamos de hacer escapadas hospedándonos algún fin de semana en un hotel de Capital Federal o algún lugar cercano a Buenos Aires. Esta actividad estuvo en esa línea y elegimos “La ruta con aroma a café“.

La cita era en Santa Café, ubicado en Moreno 818, CABA.

Esto decía la descripción de la actividad:

Prueba el mejor café de Buenos Aires mientras descubres los secretos de mis lugares favoritos y conoces a los baristas de más renombre. Te harán sentir como en casa y te explicarán todo el proceso de tueste y todos los aromas y aspectos de un café de buena calidad. Deje atrás las típicas y emblemáticas zonas de café de las imprescindibles guías turísticas y sumérjase en la verdadera tendencia cafetera de Buenos Aires.

Los días previos me había contactado con Guido, nuestro anfitrión, por unas consultas puntuales y me sorprendió la buena onda que transmitía. En persona fue exactamente como me había parecido.

Así nos recibía este increíble café atendido por Laura y Juan , ambos colombianos cuyo sueño se hizo realidad al inaugurar este “Café de Especialidad”.

De estos “mandamientos” es importante recordar “nuestro café se sirve a temperatura bebible”. No te entretengas charlando porque se enfriará. Guido maneja muy bien los tiempos. Mientras probamos varias opciones de café, nos contaba sobre como había nacido su pasión, nos daba tips, nos contaba sobre la historia del café, sobre los diferentes países productores y muchas cosas que yo ignoraba de esta noble bebida.

Todos los consumos de la experiencia están incluidos. Guido procuró dulces específicos para cada tipo de café. Probamos “Flat White”, “Macciato Doble” y “Expreso”. Cada café maridaba mejor con un acompañamiento específico. Por ejemplo con un brownie, una cookie de limón o un bocadito particular.

Un capítulo aparte los dueños del lugar. Atentos, generosos en responder preguntas… Cuidan al detalle nuestro paso por allí y se nota que cuidan su proyecto.

No me animé a preguntarle a Juan si cuidaba mas a Laura o a su máquina de café. La cuida, la limpia y calibra como si fuera su único y gran amor.

Luego de los cafés expreso probamos diferente opciones de filtro. Aprendimos sobre ambas maneras de preparar café.

Si bien no sabíamos mucho, algo conocíamos de opciones “tradicionales”. No nos esperábamos probar lo que vendría en el próximo destino.

Nos quedaban conocer 2 cafeterías más, pero créanme que las 2 horas podrían haber transcurrido en Santa Café sin ningún problema. Nos despedimos de sus dueños y partimos.

Durante las 5 o 6 cuadras que nos separaban de nuestro nuevo destino, Guido no dejó de contarnos todo lo que sabía.

Llegamos a All Saints Café, sobre la Avenida Corrientes. Recuerden que yo ya llevaba varios cafés encima pero lo que nos ofreció Guido superó mis expectativas: café hidrogenado. El café es “tirado” desde una máquina como la que se sirve la cerveza. Y se sirve frío. Pedimos uno con leche y uno “solo café”.

Es algo diferente al paladar y algo diferente a lo que habíamos tomado en Santa Café. Muy rico.

Nuevamente Guido nos siguió instruyendo sobre su tradición cafetera. Habían pasado más de dos horas  cuando nos ofreció seguir en un tercer destino. Lamentamos declinar su propuesta porque teníamos reservada una mesa en un restaurant de Palermo y no nos daban los tiempos para llegar desde Microcentro. Pero este no es un detalle menor. Si bien la experiencia dura 2 horas, Guido no tiene problema en brindarte sus conocimientos y tiempo sin mirar el reloj. Si fuese por El, creo que nos encontraba la medianoche tomando cerveza.

Nos despedimos de nuestro gran anfitrión Guido, nos cruzamos nuestros usuarios de IG y quedamos conectados. Al día siguiente me enviaba en un mensaje directo un mapa con cafés de especialidad distribuidos en varios países del mundo.

Quedé muy contexto con la Experiencia Airbnb elegida. Creo que más allá de lo interesante de la propuesta, Guido hace la diferencia. Es como cuando comparás un servicio entregado por sus propios dueños. Es así, hace la diferencia y se nota ese plus de empeño y cariño que le pone uno a su proyecto propio.

Los valores de las experiencias son muy variados. Esta puntualmente cuesta EUR 28. La moneda de referencia es el euro, pero no por eso piensen que es para extranjeros. En mi caso lo comparé con el valor de una entrada al teatro, y si bien el teatro me gusta mucho, prefiero experimentar algo diferente como la Ruta con Aroma a café. De hecho creo que gran parte del precio se fué en café.

Nos fuimos pensando si nosotros en un futuro nos animaríamos a presentar nuestra Experiencia Airbnb. Quién te dice…