En diciembre de 2017 visitaría Santiago de Chile. Decidí volar con Air Canada por dos motivos. Nunca había viajado en esta aerolínea y en Mayo 2018 dejaría de existir esta ruta. Viviendo 4 años en Chile, siempre elegí LATAM o Aerolíneas para no perder una sola milla. Pero esta vez pude sumar con Air Canada por Smiles. No me podía quejar.

Mis expectativas eran altas. En parte por las buenas experiencias que había leído y porque en twitter Valeria Smith hace todo para que estemos deseosos de viajar en esta aerolínea.  Valeria es Commercial Manager Latinamerica and Caribbean de Air Canada y difunde permanentemente la aerolínea y Canadá como destino.

Fiel a mi estilo ahorrativo, dado que viajaba solo sin la familia, me tomé el tren desde Acassuso hasta Retiro y desde allí me tomé el Manuel Tienda León. Por $250 llegué a Ezeiza en poco menos de 2 horas.

Una vez dentro de Ezeiza me dirigí a los mostradores de la aerolínea donde la cola era realmente larga, a pesar de que yo había llegado con 3 horas y media de anticipación. Por suerte todo fluyó bastante rápido. La atención en el check-in fué impecable.

Pasé por la seguridad y migraciones en forma muy ágil a pesar de que las colas eran importantes. Imagino que por ser 20 de diciembre Ezeiza estaba que explotaba.

Me dirigí al VIP de Star Alliance donde elegantemente me rebotaron. Tanto con la Diners como con Priority Pass no es posible ingresar de 15 a 23 hs. Yo lo sabía pero me tenía fe. No funcionó.

Me dirigí a la puerta de embarque donde divisé estas estaciones de carga.

Son realmente muy útiles, ya que mi celular comenzaba a sufrir las consecuencias de transmitir casi en vivo la experiencia Acassuso/Ezeiza en tren + Manuel Tienda León.

 

Tripcase y la App de Air Canada me avisaron que casi simultáneamente que el vuelo saldría demorado una hora. Mi plan de ir directo del aeropuerto a Falabella a retirar las compras que había hecho mi esposa por internet, acababan de cancelarse. Me quería sacar el tema apenas arribado, pero ya no sería posible. No me daban los tiempos.

Por suerte llegó el Boeing 777-300 y al verlo se me fue el fastidio por la demora. Es realmente muy lindo.

 

Hicimos en embarque en la puerta 9 divididos por zonas. Fue muy rápido y no se formó la habitual cola al llegar al avión.

 

Mi asiento estaba en la fila 40. Pasé por la clase Premium Economy y me hubiese quedado…

 

Para mi la estética, los colores del avión, de la cola, de los asientos (de Business, Premium Economy y Economy) son uno de los atributos a destacar de Air Canada.

Elegí ventanilla por ser un vuelo corto y por estar la Cordillera de los Andes como un atractivo irresistible. Y valió la pena. Mi asiento era el 40k.

 

El avión despegó 1 hora y 10 minutos tarde. Desconozco el motivo porque no lo informaron, pero siendo un vuelo de 2 horas en total, la demora no fue menor.

La distribución de los asientos es 3-4-3. Antes de despegar, me entretuve revisando el entretenimiento a bordo. La pantalla es de un tamaño adecuado, es táctil y funciona perfectamente. El contenido fue una decepción. No solo por su elección sino porque gran parte, sino la mayoría de las películas y series no tenían traducción al español o subtítulos en nuestro idioma. Es claro que el inglés y el francés son la prioridad y no así el español.

 

 

A las 18.40 hs. despegamos rumbo a Chile. Se nos informó que servirían un servicio de refrigerio. Air Canada, si continuase con esta ruta, debería repensar su proveedor en esta ruta.

 

A simple vista parecía acorde. Nada del otro mundo pero nada mal para un vuelo de 2 horas. Pero, el sándwich era muy malo. Inaceptable para una empresa como Air Canada. Hubiese preferido un alfajor mini….

 

 

El personal de a bordo repartió las bandejas y 20 minutos más tarde aparecieron con el carro de las bebidas. Para mi deberían hacerlo en simultáneo. Sin dudas es el punto débil de la experiencia de vuelo. El contenido del refrigerio pero también la atención a bordo durante el servicio. No es que estuviese mal. El personal fue correcto. Pero no hay nada que destacar. Yo esperaba más. Esperaba una atención que se destacara. Y en el regreso fue peor, por lo que no tomé el viaje de ida como una excepción.

Cada asiento tiene un enchufe USB para la carga de dispositivos por lo que aproveché el vuelo para eliminar fotos de mi celular mientras se cargaba.

 

Apenas apareció la cordillera me dediqué a disfrutar de este espectáculo, el cual es obviamente más lindo en invierno pero nunca, nunca defrauda.

 

Siendo las 20.41 aterrizamos en Santiago, una de las ciudades que mayor añoranza me trae. Viví 4 años en Santiago y tengo los mejores recuerdos. De la ciudad, su gente y sus rincones. Acá te dejo un post sobre qué hacer en Santiago de Chile y Valparaíso en caso de que cruces la cordillera.

Al bajar miré con ganas la clase ejecutiva…

 

Por suerte en migraciones no había casi gente y el paso fue rapidísimo. Las valijas estuvieron también muy rápido.

Me bajé del avión con gusto a poco. Quizás tenía una expectativa muy alta. Pero la demora (que le puede pasar a cualquiera), sumado al refrigerio y el regular servicio de la tripulación, hizo que me sintiese así.

Air Canada no está entre las compañías que destaco. Tampoco puedo decir que es mala. Simplemente ocupa, hasta ahora, un lugar en la tabla del medio. Aquellas que no recuerdo por su mal servicio, pero tampoco por una destacable experiencia.

 

Puntos a destacar:

  • Avión (me parece espectacular el B777-300)
  • Colores (livery) del avión y de su interior. Muy subjetivo por cierto pero a mi me encanta
  • La presencia y acompañamiento de Valeria Smith, Commercial Manager Latinamerica and Caribbean de Air Canada
  • Posibilidad de despachar 2 valijas de 23 kg.
  • Personal de tierra (en Ezeiza y en embarque)

Oportunidades de mejora:

  • Refrigerio
  • Atención a bordo
  • Variedad e idioma del entretenimiento a bordo