Este post tiene 3 caminos que se unen en el final. Tuve la necesidad de escribirlo porque cuesta mucho intentar hablarlo con alguien sin ser interrumpido por la sensibilidad que produce el tema. No nos gusta hablar de la muerte y para mí no deja de ser un tema como cualquier otro del que deberíamos hablar más seguido.¿Qué tiene que ver con los viajes? vas a tener que recorrer cada camino y llegar hasta el final…
Camino 1: “La última lección”
Randy Pausch, profesor y científico norteamericano, fue invitado a dar una charla que era tradicional en la universidad en la que trabajaba: “La última lección“. El tema era el siguiente: ¿si tuvieras la oportunidad de dar una última conferencia sabiendo que vas a morir, que tendrías para decir?
Cómo muchas otras veces, esto me habrá llegado vía Facebook o email y no me generó mucha expectativa. Pero luego de verla, esta vez, me clavó una espina que tardé en procesar.
Randy fue diagnosticado con Cáncer terminal de Pancreas, quedándole de 3 a 6 meses de vida. Habiendo pasado un mes desde la noticia, esto decía: Charla en YouTube.
En un pasaje de la charla Randy dice “Intento ponerme a mí mismo en una botella que algún día aparecerá en la playa para mis hijos“. Por ese mismo objetivo de dejarles recuerdos imborrables, llevó al mayor Dylan (6) a nadar con delfines. Sabía que, con apenas 6 años, muy poco es lo que recordaría de él. Pero “nadar con delfines no es algo que olvidará fácilmente“. Por eso llevó al segundo, Logan (3), a Disney y se encargó de “presentarle” a su héroe, Mickey. Pero lo más difícil fue con Chloe (1), la pequeña. Le grabó videos con mensajes tan claros como contundentes y llenos de amor paternal.
Como padre de 3 hijos que también soy, quizás esta parte explique por qué su charla me dejó pensando por varios días. Asumir que voy a morir en la vejez es un error. Quizás suceda mañana, en una semana, en un mes o en 30 años. No tengo la certeza de Randy (lamentablemente falleció al año siguiente de dar la charla) pero estoy intentando vivir como si fuera a morir pronto. Las cosas se ven desde otra perspectiva.
Camino 2: frase en el subte de Paris.
Una mañana en París, yendo de excursión con mi esposa Florencia, me encontré con la siguiente frase escrita en la pared del subte: “El día que estés listo para morir, vivirás por siempre“.
La muerte ronda mi cabeza pero en forma positiva y esta frase ayudó a cerrar lo que estaba dando vueltas hace tiempo. No tuve la oportunidad de preguntarle a quien la escribió, pero la interpreto de la siguiente manera: a punto de cumplir 40 años yo ya estoy listo para morir. Tengo 3 hijos hermosos y una esposa grandiosa. Pude estudiar y trabajo hace 20 años en lo que me gusta. Disfruté y disfruto de mis padres. Veo a mis 2 hermanas disfrutar de sus familias. La vida ya me dió “todo”. Sé que cuesta verlo de esta manera. Y creanme que me encantaría ver crecer a mis hijos, verlos terminar el colegio y si desean casarse estar ahí. Ojalá ver crecer a mis nietos. Pero el saldo en mi vida ya es acreedor. Y cada día que se sume a mi vida será un regalo. Estar listo para morir parece una locura, pero ahí leo lo positivo de la segunda parte de la frase: vivirás por siempre. Porque cada nuevo día que me quede, lo viviré con enorme gratitud. Ese “siempre” nadie lo sabe, pero más vale haber hecho todo lo que hubiese querido mientras pude.
Camino 3: viajar.
A todos nos gusta viajar pero hay que resignar algo si no contás con el dinero para hacerlo. Por suerte mis necesidades básicas están cubiertas y puedo pensar en ello. Pero ni con el deseo ni la buena onda se logra. Hace unos años me enteré de un personaje llamado Dave Bruno que tomó la siguiente decisión “Por mi trigésimo séptimo cumpleaños, el 12 de noviembre de 2008 voy a reducir mis artículos personales a sólo 100 cosas. Voy a vivir por lo menos un año (si Dios quiere) manteniendo un inventario de sólo 100 objetos. Este reto me ayudará a poner las cosas en su lugar y también a explorar mi convicción de que algo puede ser bueno cuando se sirve de un propósito mayor que la mera posesión…”
Inspirado por la historia de Dave y tantos otros que piensan algo similar (y leí en diarios y revistas), hace unos años inicié un proceso de reducción de bienes materiales. Y finalmente forzamos el proceso al mudarnos a una casa 50% más chica que la anterior. Y dos tercios más chica de la que vivíamos antes de esa. De esta manera tuvimos que deshacernos de la mitad de muebles, la mitad de juguetes, de las cosas de la cocina, de lo que teníamos para “vestir” 3 baños. Hoy vivimos 5 personas en un casa de 70 mts. cuadrados. Tenemos un solo auto cuando por momentos pareciera que hagan falta dos. Al principio costó, por momentos fue incómodo y hoy estamos bien. Nuestro presupuesto se redujo considerablemente. Ya no tenemos jardinero, no tenemos mucama, gastamos la mitad o menos en luz, agua y gas. Y esos recursos, mientras se pueda, se destinan para viajar.
Este proceso de 5 años a la fecha es donde los 3 caminos paralelos fueron convergiendo. Al menos en mi cabeza. Trato de vivir como si fuera a vivir poco tiempo más. Vivo menos apegado a lo material y cada año intento vivir con menos. La excepción: viajar. Hago cuanto puedo por viajar y ojalá cada día haga un poco más.
Al igual que Randy, intentaré dejar un recuerdo imborrable en el corazón de mis hijos. Y creo que nada que tenga que ver con lo material ellos lo recordarán de grandes. Pero sin dudas recordarán los viajes.
Este enero proximo viajaré con mi hijo mayor a Estados Unidos. El y yo. Solos. Es un regalo para El pero creo que seré yo el más beneficiado al tenerlo una semana “para mí solo”. Hemos instaurado la regla familiar de que cuando cada uno de nuestros 3 hijos termine la primaria, hará un viaje con su padre o madre (según sexo del hijo viajero). Según el presupuesto, veremos el destino. Esto no es lo importante, sino un viaje donde se pueda, donde cada uno de ellos se sienta “hijo único” y 100% receptor de nuestra atención.
Aquí es donde se unen los 3 caminos. Vamos a morir. No sabemos cuando. Por lo pronto vivamos como si fuera a suceder pronto. Y viajemos. No solo en familia. Además de nuestra pareja, viajemos individualmente con nuestro papá/mamá. O con nuestro abuelo/a. O con nuestros hijos. O con tu mejor amigo/a. O con tu ahijado/a. Sorprendé a tu abuela con un día a Colonia, Uruguay. Llevate a tu mamá un fin de semana a un hotel en Capital Federal. Vayan al teatro, a cenar. Llevate a tu papá a pescar a San Martin de los Andes. Invitá a alguien que esté solo a unirse a tu viaje familiar.
Me llevó un tiempo este proceso de cambio. Quizás esté equivocado. Quizás no. Pero escribirlo me ayuda a ordenarlo y transmitirlo a aquel que le sirva analizarlo.
6 enero, 2017 a las 12:42 pm
Hermoso post!!!! Realmente hay que aprender a soltar lo material y apegarse a las experiencias.
6 enero, 2017 a las 12:52 pm
Hola Gaby! Muchas gracias por pasar y comentar. Es así, pero a veces cuesta darse cuenta. Saludos!! Nos seguimos leyendo
6 enero, 2017 a las 1:27 pm
malisimo lo de segun el sexo del hijo. lleva a tu hija de viaje y q tu mujer lleve a alguno de tus hijos
6 enero, 2017 a las 1:36 pm
Puede sonar feo, pero fue una manera de obligarnos un primer viaje. Luego, ojalá, vegan otros como vos decís. Gracias por comentar Rocío
6 enero, 2017 a las 1:50 pm
Juan me encanto el post. Yo viajo todo lo que puedo. Coincido con la filosofía de arrancar a pensar y planificar durante el viaje anterior.
No tengo otros placeres caros. Disfruto de cocinar, leer, estar con amigos y VIAJAR. Ahorro y trabajo para eso.
Por circunstancias que me tocaron -como separarme con un nene chiquito y un viaje por delante ya pago- fue que invite a mi madre a compartirlo y vivi una experiencia única. Su felicidad inmensa de poder acompañarme, estar con su nieto y conocer lugares geniales e impensados en ese momento para ella (Antillas holandesas y Panama). La mía de verla disfrutar, compartir y haberla podido invitar.
El viaje siguiente invite a una de mis sobrinas de 19 años que jamás había salido de su ciudad a que me acompañe a un congreso a Costa Rica. Me lleve a mi peque y fuimos un trio espectacular. Hoy leo orgullosa sus mensajes desde Canarias donde esta viviendo por unos meses donde me dice :” tia vos me contagiaste y me enseñaste que viajar es lo más hermoso que me puede pasar”
Hoy llevo por el camino de la adicción a mi pareja y nuestra hermosa familia ensamblada con 4 chicos de muy distintas edades. En nuestro primer viaje todos juntos vivi uno de los momentos más hermosos cuando durante la cena los mas grandes me dijeron: “que genial haber venido Lucre, nos encanta todo, gracias por ocuparte” …entonces ahí te das cuenta lo mucho que valió todo el tiempo buscando pasajes, tarifas, hoteles, y destino para disfrutar. etc.
Por último, rescató lo que pones de sumar a alguien que este solo en los viajes familiares. A mi me toco sumarme con dos familias vecinas con niños. Me invitaron a sumarme a su viae ya riganizado en un momento triste y difícil para mi y la experiencia fue genial. No lo voy a olvidar más y siempre super agradecida de que lo hayan hecho.
Siempre me repito que la vida es ésta. una sola. no hay revancha….entonces a disfrutar y viajar.
Cariños y felicitaciones por el Blog. Sos crack y adoro leerte
7 enero, 2017 a las 6:39 pm
Hola Lucre. Me sentí muy identificado con tu frase “no tengo otros placeres caros. Disfruto de cocinar, leer, estar con amigos y VIAJAR. Ahorro y trabajo para eso”. Estamos 100% en sintonía. Muchas gracias por pasar por JuanoFlyer y comentar. Nos seguimos leyendo. Saludos!
9 enero, 2017 a las 9:05 pm
Me encantó tu “post”. Coincido plenamente. Mi vida gira en torno a mis viajes. Trabajo en algo que no me gusta mucho solamente porque lo veo como un medio que justifica es fin: VIAJAR. A cualquier lado, aquí a Tandil a sacar fotos o a Nueva Zelanda a visitar a mi hijo, lo que sea…
Uno de mis primeros viajes grandes fue llevar a mis hijos a Europa luego de un año de muchos pesares. Y siempre sostengo, no sé si les dejaré casas (no creo), ni dinero (menos que menos), sí les dejaré esa experiencia y otras que vinieron después.
Sigamos viajando y compartiendo!!!
Feliz 2017 lleno de planes y viajes!
9 enero, 2017 a las 9:09 pm
Hola Paula. Que lindo ir sumando locos lindos que disfrutan de la pasión viajera sin pensar que la plata en viajar es solo un “gasto”. Me robo tus palabras “sigamos viajando y compartiendo”. Que tengas un gran 2017. Saludos! Juano
25 marzo, 2017 a las 2:47 pm
Hermoso post. Yo creo haber empezado hace un tiempo, un proceso similar. Quizás no tan intenso, pero creo que lo importante es estar en el camino.
Esto que escribiste me deja con un sabor a “Ay, me tengo que apresurar a vivir un poco mas antes de…” y me encanta.
Abrazo!
25 marzo, 2017 a las 6:47 pm
Muchas gracias Noe. Siempre digo que tomar conciencia del tema es haber resuelto el 50%. Si ya estás en camino de cambio, es cuestión de tiempo lograrlo.
Gracias por tu visita al blog y por comentar
31 marzo, 2017 a las 2:46 am
Hermoso relato, un canto a la vida y sobre todo un gran homenaje al “Vivir”
2 abril, 2017 a las 2:48 pm
Gracias Paula. Si, como vos decís, al “vivir” el día a día. Saludos y gracias por tu paso por JuanoFlyer
2 abril, 2017 a las 9:48 pm
Muy buen post, creo que la vida es mejor cuanto menos cosas tenes, si bien hay objetos que nos son muy significativos, el valor de éstos esta dentro de nosotros y no en la cosa.
En 3 meses nos vamos a ir a vivir a España con mi esposa y hace un tiempo empezamos con el proceso de “vaciar nuestra mochila” para llenarla de nuevas experiencias.
Muy bueno el blog
3 abril, 2017 a las 12:17 am
Hola Tato. Tenés razón. Por eso me gusta la frase que dice que solo hay que mantener los objetos que tienen algun otro valor que la mera posesión… Existos en esta nueva aventura española. A que ciudad van? Saludos!
10 abril, 2017 a las 10:07 pm
Hola ! Te estoy siguiendo en twitter con el Camino a Santiago y me pasé por acá a ver si encontraba algo más del viaje.Te felicito Juano por tus reflexiones y la forma de transmitirlas.Es muy inspirador leerte.Me dejaste pensando…
16 mayo, 2017 a las 12:20 am
Hermoso texto, pero debo decirte que en realidad lo leí por el título convencido que se trataba de otra cosa… algo que me pasó y que finalmente tiene que ver con tu post.
Van a cumplirse 2 años de la muerte de mi segundo hijo y eso desencadenó varias decisiones de índole familiar; una de ellas VIAJAR! Y no a mera manera de “tratar de olvidar” si no de tratar de aprender a disfrutar la vida. El viaje une, forma y transforma!
Luego de nuestro duró momento familiar muchas cosas se volvieron irrelevantes y otras que pasaban desapercibidas son centrales hoy en nuestra vida familiar; sin dudas viajar es una de ellas.
Gran post! Felicitaciones
16 mayo, 2017 a las 12:57 am
Hola Nico. Siento mucho lo de tu hijo. Justamente por casos dolorosos como el tuyo es que creo tenemos que reaccionar mientras gocemos de salud y tengamos salud en la familia. Uno no sabe cuando todo se puede quebrar y es el HOY lo que cuenta. Te agradezco la confianza y tu testimonio. Abrazo grande
18 mayo, 2017 a las 1:31 am
Como me hiciste llorar… pero abriste mi corazón y de cierta manera lo leíste… Pienso igual, solo que no tenía las ideas tan ordenadas. Pospuse un viaje con una amiga, que se murió de repente y todavía lo lloro. Por suerte no pospongo viajes con mi marido y mis dos maravillosos hijos. Gracias, gracias, gracias! Pilar
18 mayo, 2017 a las 2:01 am
hola Pilar! siento mucho lo de tu amiga. Quizas su partida tuvo el sentido de “marcarte” para que no pospongas más lo que consideres esencial en tu vida. Te mando un abrazo muy grande y a celebrar la vida! Juano!
18 agosto, 2017 a las 2:35 am
Hermoso texto, hermosas palabras…. Me sentí muy identificada, gracias!!!!!!!
Te deseo lo mejor, a vos y a tu familia y espero seguir leyéndote por mucho más tiempo!!!!
7 septiembre, 2017 a las 9:48 pm
gracias Ceci por tu buena vibra. Nos seguimos leyendo por mucho tiempo seguramente!!
7 enero, 2018 a las 6:31 pm
Excelente post, me siento muy reflejado, ya que desde hace 10 años empecé a viajar con mis tres hijos. Primero recorrimos Argentina, luego América latina y después el resto. Llevamos recorridos unos 24 países y unas 80 ciudades en cuatro continentes, siempre viajando y comiendo como locales y sólo con equipaje de mano. Para el objetivo de viajar y seguir viajando dejamos de consumir y gastar en muchas cosas que hoy nos resultan absolutamente prescindibles y aprendimos a valorar los increíbles e inolvidables momentos que te regalan cada viaje.
16 enero, 2018 a las 3:11 pm
hola Carlos! muchas gracias por tu comentario. Me das esperanzas de seguir viajando. Por momentos se hace cuesta arriba con 3 hijos pero se puede. Y claro que podemos prescindir de tantas cosas! pero uno no lo vé…. Que motivó tu cambio? hubo “algo” en particular?